Mujeres en Gastronomía une fuerzas con la Universidad Complutense de Madrid

El pasado 18 de septiembre, Mujeres en Gastronomía se reunió en el Edificio de Estudiantes de la UCM con parte del equipo de Dieta y Gastronomía del Dpto. de Nutrición y Ciencias de los Alimentos; con la Secretaria Académica del Centro de Formación Permanente; y la Delegada del Rector para la Igualdad de dicha Universidad bajo un acuerdo marco de colaboración para el desarrollo de proyectos y actividades relacionadas con la nutrición y la gastronomía

Muchas de las mujeres que se dedican a la hostelería no llegaron a cursar estudios universitarios, y aunque las nuevas generaciones cada vez lo hacen más habitualmente, para las que ya llevan años trabajando y en muchas ocasiones, tratando de conciliar con la vida familiar, es muy difícil conseguir un título. Para tratar de completar y ampliar conocimientos en las diversas áreas de interés de la nutrición y la alimentación, Mujeres en Gastronomía -tanto como asociación como a nivel particular con el compromiso de muchas socias asistentes al acto- ha llegado a un acuerdo marco con la Universidad Complutense de Madrid, una declaración de interés de participación entre las partes para el desarrollo de proyectos y actividades relacionadas con la nutrición y la gastronomía. Una forma de hacerlo será la realización de cursos breves con los que obtener microcredenciales universitarias, títulos que aporten a nuestros currículos y, sobre todo, a nuestro conocimiento para mejorar el trabajo del día a día.

Las doctoras Beatriz Beltrán, Carmen Cuadrado y Susana Del Pozo, del equipo de Innovadieta (agasatrodiet), grupo de investigación del área de Salud, Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la UCM, empezaron a gestar esta colaboración hace unos meses con Sandra Jiménez Osorio y Marisol Baixauli, delegadas de MEG en la Comunidad de Madrid. A raíz de este primer contacto, se organizó un encuentro que puede ser histórico y muy relevante para nuestra asociación.

Nos acogió amablemente en el Edificio de Estudiantes la Dra. Sagrario Martín Aragón, Secretaria Académica del Centro de Formación Permanente que tiene ahí su sede. Su propuesta es crear oportunidades de aprendizaje flexibles e inclusivas en MEG. Durante el encuentro tratamos de poner en claro qué puede hacer la universidad por cada una de las asociadas; y qué expectativas tiene MEG en cuanto a formación. Surgieron a partir de entonces muchas voluntarias dispuestas a prestar su tiempo y su sabiduría para completar la formación que otras no tengan; a mejorar la base de los recién llegados al mundo de la nutrición con cosas tan básicas como el acercamiento de los alimentos que comemos en un mercado; o conocer la historia de los que llegaron de otros continentes y hace unos años no se consumían. Todo suma, y nuestras MEG, multiplican.

Las microcredenciales que propuso son cursos de corta duración (1-15 créditos) “focalizados en la adquisición de habilidades o competencias específicas, de formato flexible y adaptable a las diversas necesidades y limitaciones de disponibilidad del alumnado adulto”. De modalidad presencial, virtual o semivirtual, a través de módulos independientes y al mismo tiempo, acumulables en credenciales más amplias (grados, másteres), en el marco de un itinerario formativo personalizado. Lo importante es que sean conocimientos ÚTILES. Además, el Ministerio de Educación tiene como proyecto financiar a partir de enero de 2024 estos cursos durante los próximos dos años para hacerlos realmente accesibles a quienes lo necesiten. El fin es responder a las necesidades tan cambiantes del mercado laboral; ayudar al perfeccionamiento y el reciclaje profesional; adquirir y validar competencias profesionales; fomentar la empleabilidad; y promover el aprendizaje permanente.

Nos acompañó también Isabel Tajahuerce, la Delegada del Rector para la Igualdad, ofreciendo toda su ayuda en términos de género para esta unión, comentando además que “cuidar la alimentación es importantísimo y formarse en la complejidad de estos temas, también”. Celebró esta unión “porque ahora podremos trabajar unidas para darle valor real dentro del ámbito universitario creando cursos de formación conjunta”, y se mostró encantada de incluir a los hombres que quieran participar, puesto que en MEG también son bienvenidos.

Nuestra vicepresidenta, María Jiménez Latorre, que también fue protagonista en la mesa, habló de la importancia de nuestra alimentación, de conocer y estudiar lo que comemos; y coincidió con las investigadoras en la relevancia de que, además de nutrirnos, el ejercicio de comer ha de ser placentero. Así lo explicaba la Dra. Carmen Cuadrado: “uno de los determinantes claros de nuestros hábitos alimenticios es el placer, que nos guste”, porque los hábitos alimentarios dependen de muchos factores -físicos, económicos, socioculturales, fisiológicos, como una alergia…-, pero el patrón dietético se conforma de 4 elementos: salud, cultura, placer y sostenibilidad.

El equipo de Innovadieta tiene una visión integradora, transdisciplinar y práctica de la alimentación con un hilo conductor, que es promover la salud con una dieta saludable, placentera y sostenible. Y ahí entra en juego MEG. Porque si algo hacemos bien las Mujeres en Gastronomía es ponerle pasión a cada ingrediente que cultivamos, a cada receta que creamos, desde la huerta, a la mesa. No en vano, y como nos explicó la propia Carmen, en las guías alimentarias actuales se incorporan las habilidades culinarias como un factor de prevención de enfermedades y para mejorar la salud. La formación en este campo de salud y placer no se contempla a su entender si no es con interacción coordinada entre profesionales de distintos sectores, y uno de sus sueños es precisamente formalizar la unión con MEG para lograrlo.

Por su parte, Sandra Jiménez Osorio, codelegada de MEG Madrid, apuntó que sin formación no hay igualdad de oportunidades; y que justamente el conocimiento nos proporciona una herramienta muy importante para atrevernos a demostrar el talento que tenemos, que es mucho como se demostró en la ronda de preguntas, donde todas las asistentes aportaron su granito de arena y su generosa disposición como formadoras en estos cursos. Sandra nos presentó además a los colaboradores de esta sesión, que se cerró con un ágape de ‘olivo, trigo y vid’, es decir, los aceites -y deliciosos quesos- de Casas de Hualdo (Toledo); el solicitadísimo vino La Intrusa de Malasaña, con D.O. Vinos de Madrid, de Vinos y Aceites Laguna; y unos riquísimos panes con los que acompañarlos. Todo bien servido gracias a los desechables de Minicooking.

La conclusión es que la universidad está cada vez más abierta a la sociedad, no es solo para unos ‘elegidos’, y con esta formación flexible e inclusiva se pretende alentar y promover iniciativas tan interesantes como las del equipo de nutrición liderado por Beatriz Beltrán, que opina que nuestro encuentro “es un llamamiento también de cara al exterior, para que en la UCM haga un hueco para la formación seria, basada en el rigor científico y en la práctica diaria de la gastronomía”.

¡Encantadas de haber vivido este momento y de empezar algo tan bonito con vosotras!