En el transcurso de la celebración del I Congreso de Mujeres en Gastronomía, “La fuerza de lo que somos”, los días 11 y 12 de mayo en Alicante, tuvo lugar la entrega de los primeros Premios MEG al talento en diversas categorías, un homenaje a las mujeres que inspiran, que no siempre hacen ruido pero que siempre dejan huella.
Las estatuillas, diseñadas por la artista Paola Ribero y creadas por Lolo Garner, tienen nombre propio de mujer: Brisa. Una brisa que recorre el mundo y toca e inspira a mujeres y hombres allá por donde pasa.
Basándose en esta historia, el Premio MEG al Liderazgo Transformador con Impacto Social recayó en la chef de los restaurantes Cayena e Hibiscus, María Marte; el Premio al Liderazgo en la Sumillería Española, en Silvia García, Head Sommelier del Mandarin Oriental Ritz; el Premio al Liderazgo en la Visibilidad de la Mujer en Gastronomía fue para la directora de la Guía Repsol, María Ritter; el Premio al Liderazgo en la Defensa del Mundo Rural y las Mujeres del Campo, para la ganadera asturiana Lucía Velasco; y el Premio póstumo a Toda una Vida, para Clara María González de Amenzúa, gran gastrónoma fundadora de la Escuela Alambique de hostelería.
Además, gracias a la firma italiana Mepra, se entregaron unos reconocimientos muy culinarios, unos cazos San Ignacio tallados “por apoyar y sostener a MEG desde dentro” a María José San Román, María Jiménez Latorre, Tony Pérez, Marisol Baixauli, Rocío Riquelme -todos ellos miembros destacados y entregados de MEG- e Isabel Aires como directora de comunicación externa de la asociación.